Estilos de aprendizaje en la educación
Conocer los estilos de aprendizaje en la educación es el primer paso para la aplicación de las adaptaciones curriculares.
Daniel Goleman nos habla sobre la inteligencia emocional, Howard Gardner nos detalla algo más completo e integral, sin embargo, pese a estas nuevas teorías, los estilos de aprendizaje que se suceden en los procesos educativos casi (no quiero generalizar, ni menos totalizar) nada o muy poco son tomados en cuenta a la hora de aplicar el desarrollo del aprendizaje del estudiante.
Quiero hablar de estilos de aprendizaje en un sentido interactivo y no de manera estática. Incorporar las nuevas teorías de la inteligencia emocional a los estilos de aprendizaje, llegamos a comprender con más claridad que el aprendizaje tiene que ser individualizado. El hecho de que el estudiante seleccione, organice y utilice la información es un acto integral del ser humano. Este acto es un proceso individual donde se producen las emociones interactivas. Conocer estos procesos individuales de aprendizaje es el reto que tiene cada maestro.
La planificación curricular debe llegar a este punto de concretización de la individualización del aprendizaje. Los planes y programas del ministerio son algo general. El maestro es el artífice de una planificación curricular diversificada, pero para ello el maestro debe conocer al estudiante en su integridad. Una manera de conocerlos es conocer los estilos de aprendizaje, las emociones predominantes que tiene cada estudiante. Entonces no es preparar un currículo como si los estudiantes fueran homogéneos, sino respetar las diferencias que tiene cada uno de ellos.
En la práctica (tomando en cuenta la realidad actual), ya sea en las Unidades Educativas, en las Normales y Universidades, al parecer, los estilos de aprendizaje son irrelevantes. Primero porque aún sigue vigente las clases magistrales. Segundo porque los planes de clase de los docentes no tienen un currículo con metodologías diversificadas. Tercero, la cantidad de estudiantes (más de 40 estudiantes por paralelo) hace imposible el reconocimiento de los estilos de aprendizaje. Cuarto, el porcentaje de reprobados de 10%, 20% o 30% no significa nada para el docente, más que “el estudiante no alcanzó los objetivos esperados, por lo tanto tiene que repetir el curso”.
En fin, conocer los estilos de aprendizaje es una necesidad prioritaria para la educación de este siglo, pues sólo a partir de esta identificación se puede hablar y aplicar correctamente las ADAPTACIONES CURRICULARES en estudiantes con dificultades de aprendizaje.
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