¿Distractores? ¡No! Los celulares son una herramienta necesaria para educar
Autor Darío Manuel Luna
El celular: Muchos docentes han pensado que los celulares son una herramienta que distrae al estudiante, ese pensamiento es erróneo, pues los celulares en la actualidad se han convertido en una herramienta necesaria para educar.
Del lujo a la necesidad
Hace quince años atrás, tener un celular era un lujo. Los que portaban los Nokia se convertían en personas privilegiadas, más o menos como un clan al que resultaba difícil ingresar. El celular ha marcado en ese entonces una tendencia a la moda. Los que tenían celulares representaban la novedad, el lujo y el adorno. El objeto-celular no era una necesidad comunicativa, más bien, se lo consideraba como el acceso a una clase social distinguida. Si comprabas un celular, automáticamente te convertías en alguien superior a los demás. Recuerden que los varones portaban los celulares en la cintura, sujetada al cinturón: ¡Nokia! Un mejor rasgo de una persona con celular sería la imagen de un vaquero mostrando su pistola como un mero macho con estilo y poder. De esta imagen, del celular como adorno se pasó violentamente a la toma de conciencia de la importancia del celular en los diferentes ámbitos de tipo familiar, laboral, educativo, cultural y social. En la actualidad ya no se puede vivir sin celular. Estar sin celular es como si te faltara algo a tu cuerpo. La importancia es tal, que ahora lo consideramos una necesidad. ¿Y por qué? Lo básico sería comunicarte de manera inmediata con cualquier persona u obtener el trabajo o cliente que tanto deseabas. Pero para los que saben, lo utilizan como herramienta de formación o apoyo educativo.
Maestro ignorante, es literal
En una Unidad Educativa de cuyo nombre no quiero acordarme, hubo un docente que había ingresado a las aulas decomisando los celulares de los estudiantes. Los estudiantes, sorprendidos, trataron de esconder el celular hasta en los zapatos. Pero la inspección que era estricta, hizo que el docente buscara los celulares hasta en los lugares menos pensados. Luego del decomiso les dijo “los estudiantes que fueron decomisados sus celulares, mañana deben venir con sus padres a la Dirección”. Al día siguiente, como era de esperar, acudieron a la llamada pocos padres de familia ante el Director. El director les dijo a los padres que está prohibido el celular en clases y que por consiguiente se los ha decomisado a los estudiantes hasta fin de gestión.
Bien, seguramente recordarán que en muchas Unidades Educativas existe un reglamento interno que prohíbe el uso de los celulares, además si leen las resoluciones, también, en cierta medida prohíbe el uso de los teléfonos móviles. Las razones que utilizan para prohibir los celulares las autoridades, docentes y padres de familia son las siguientes, que los celulares son distractores educativos, que el sonido de las llamadas perjudican las clases. Que la atención del estudiante se concentra en ver vídeos, escuchar música o escribir mensajes. Que los celulares de última generación instan al robo. Lo que lamentablemente no se dan cuenta las autoridades educativas es que si el estudiante se distrae con su celular es porque las clases del docente son completamente aburridas. Que el docente ha llegado a un tal grado de ignorancia, que además de desmotivar, no conoce los gustos de los estudiantes, y por si fuera poco, repiten temas o conocimientos que ya se encuentran en Wikipedia o en You Tube. Para el colmo, el docente aún cree que lo sabe todo, y que por esa misma razón, cree que puede decomisar el celular para que el estudiante aún se encuentre en una supuesta ignorancia. Los que no saben los docentes, es que a los estudiantes les sobra información, y que por lo tanto, requieren de otro tipo de docente que cierre la brecha generacional y los estilos de pensamiento de la que habla Ivoné Lagos (2011), en relación a la aplicación del celular como recurso pedagógico en el aula. Entonces, el maestro ignorante es literal porque desconocen el uso apropiado del celular, que ahora es una necesidad en la formación de los estudiantes.
Los celulares
Los celulares tienen múltiples aplicaciones, por ejemplo, se tiene el de los juegos deportivos (endomondo), lectura en formato de revistas electrónicas, aplicación de mensajería, llamadas y envió de soportes digitales (Whatsapp). Tiene la aplicación para la conexión a redes sociales (facebook, twitter), y así, entablan vídeos y tele conferencias. Además se puede encontrar otras aplicaciones como el uso de teclados, navegadores, agendas, recordatorios, calendarización, convertidores; asistente personal, geolocalizadores de notas; aplicaciones de información de los productos o gustos que te gustaría leer (zite). Aplicación de la duración de la batería. Aviso del clima con los detalles más completos; almacenamiento de información por leer o ver, también existe la aplicación de reproductores musicales, de vídeo, controles remotos, localizadores con avisos y cámaras, incluso borran datos remotamente. Se encuentra, asimismo, las aplicaciones de organizadores de información, modificadores de nota y fotografía; traductores, personalización de escritorio, radio y otras opciones que hacen más que útil, recalcando: una necesidad comunicativa y de formación para el portador.
Experiencias
UNESCO (2012) presenta varias experiencias educativas con los teléfonos móviles, entre ellas BridgeIT en Chile y en Colombia, y el proyecto EMIA-SMILE en Argentina. Cada una de las experiencias cuanta con una metodología de apoyo al aprendizaje educativo en el aula. Algunas de las experiencias que se hicieron fueron el del corto metraje y la enseñanza de la física, esta última con la implementación de un programa de software. Aunque la UNESCO aún continúa con la investigación de los celulares en la educación, en Bolivia se desconoce públicamente sobre el caso de alguna experiencia educativa con teléfonos móviles. Es necesario dar a conocer que Chile, Argentina, Colombia y México se encuentran entre los primeros países de América Latina con las primeras experiencias de la aplicación del celular como estrategia de aprendizaje en los estudiantes.
Conclusión
Ignorar, prohibir, decomisar los teléfonos móviles es rechazar el avance tecnológico. Además, no estar capacitado o desaprovechar las aplicaciones del celular en la formación de los estudiantes constituye una resistencia al desconocimiento del actual estudiante, y por consiguiente, la aceptación a la no innovación educativa, en otras palabras, la aprobación quizá intencional de quedarse en el analfabetismo tecnológico.
Los docentes tenemos que empezar a aceptar nuestras derrotas y aprender a entrar en el sistema de la tecnología, NO seamos lo que nos dicen «los sabelo todo» Deberíamos ir leyendo a Jacques Ranciére su obra «EL MAESTRO IGNORANTE»